jueves, 19 de noviembre de 2015

¡Prepárate para la fiesta del Rey del universo! Fiesta de Cristo Rey

Se acerca el final del año litúrgico, y el plan de Dios esta por consumarsez por eso celebremos el triunfo de Jesucristo nuestro señor, que venció a la muerte,  y ahora reina en nuestras vidaszz como Rey del Universo.

¡¡Viva Cristo Rey!!

Para prepararnos oara esta celebración, les comparto este interesante artículo de nuestros hermanos de Catholic. Net

Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net 

Último domingo del Año Litúrgico

Cristo es el Rey del universo y de cada uno de nosotros.

Es una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico, porque celebramos que Cristo es el Rey del universo. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz.

Un poco de historia

La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de Marzo de 1925.
El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.

Posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido. Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.

Con la fiesta de Cristo Rey se concluye el año litúrgico. Esta fiesta tiene un sentido escatólogico pues celebramos a Cristo como Rey de todo el universo. Sabemos que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pues se hizo presente en la tierra a partir de su venida al mundo hace casi dos mil años, pero Cristo no reinará definitivamente sobre todos los hombres hasta que vuelva al mundo con toda su gloria al final de los tiempos, en la Parusía.

Si quieres conocer lo que Jesús nos anticipó de ese gran día, puedes leer el Evangelio de Mateo 25,31-46.

En la fiesta de Cristo Rey celebramos que Cristo puede empezar a reinar en nuestros corazones en el momento en que nosotros se lo permitamos, y así el Reino de Dios puede hacerse presente en nuestra vida. De esta forma vamos instaurando desde ahora el Reino de Cristo en nosotros mismos y en nuestros hogares, empresas y ambiente.

Jesús nos habla de las características de su Reino a través de varias parábolas en el capítulo 13 de Mateo:
“es semejante a un grano de mostaza que uno toma y arroja en su huerto y crece y se convierte en un árbol, y las aves del cielo anidan en sus ramas”;
“es semejante al fermento que una mujer toma y echa en tres medidas de harina hasta que fermenta toda”;
“es semejante a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta, y lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo”;
“es semejante a un mercader que busca perlas preciosas, y hallando una de gran precio, va, vende todo cuanto tiene y la compra”.

En ellas, Jesús nos hace ver claramente que vale la pena buscarlo y encontrarlo, que vivir el Reino de Dios vale más que todos los tesoros de la tierra y que su crecimiento será discreto, sin que nadie sepa cómo ni cuándo, pero eficaz.

La Iglesia tiene el encargo de predicar y extender el reinado de Jesucristo entre los hombres. Su predicación y extensión debe ser el centro de nuestro afán vida como miembros de la Iglesia. Se trata de lograr que Jesucristo reine en el corazón de los hombres, en el seno de los hogares, en las sociedades y en los pueblos. Con esto conseguiremos alcanzar un mundo nuevo en el que reine el amor, la paz y la justicia y la salvación eterna de todos los hombres.

Para lograr que Jesús reine en nuestra vida, en primer lugar debemos conocer a Cristo. La lectura y reflexión del Evangelio, la oración personal y los sacramentos son medios para conocerlo y de los que se reciben gracias que van abriendo nuestros corazones a su amor. Se trata de conocer a Cristo de una manera experiencial y no sólo teológica.

Acerquémonos a la Eucaristía, Dios mismo, para recibir de su abundancia. Oremos con profundidad escuchando a Cristo que nos habla.

Al conocer a Cristo empezaremos a amarlo de manera espontánea, por que Él es toda bondad. Y cuando uno está enamorado se le nota.

El tercer paso es imitar a Jesucristo. El amor nos llevará casi sin darnos cuenta a pensar como Cristo, querer como Cristo y a sentir como Cristo, viviendo una vida de verdadera caridad y autenticidad cristiana. Cuando imitamos a Cristo conociéndolo y amándolo, entonces podemos experimentar que el Reino de Cristo ha comenzado para nosotros.

Por último, vendrá el compromiso apostólico que consiste en llevar nuestro amor a la acción de extender el Reino de Cristo a todas las almas mediante obras concretas de apostolado. No nos podremos detener. Nuestro amor comenzará a desbordarse.

Dedicar nuestra vida a la extensión del Reino de Cristo en la tierra es lo mejor que podemos hacer, pues Cristo nos premiará con una alegría y una paz profundas e imperturbables en todas las circunstancias de la vida.

A lo largo de la historia hay innumerables testimonios de cristianos que han dado la vida por Cristo como el Rey de sus vidas. Un ejemplo son los mártires de la guerra cristera en México en los años 20’s, quienes por defender su fe, fueron perseguidos y todos ellos murieron gritando “¡Viva Cristo Rey!”.

La fiesta de Cristo Rey, al finalizar el año litúrgico es una oportunidad de imitar a estos mártires promulgando públicamente que Cristo es el Rey de nuestras vidas, el Rey de reyes, el Principio y el Fin de todo el Universo.

QUE VIVA MI CRISTO

Que viva mi Cristo, que viva mi Rey
que impere doquiera triunfante su ley,
que impere doquiera triunfante su ley.
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey!

Mexicanos un Padre tenemos
que nos dio de la patria la unión
a ese Padre gozosos cantemos,
empuñando con fe su pendón.

Él formó con voz hacedora
cuanto existe debajo del sol;
de la inercia y la nada incolora
formó luz en candente arrebol.

Nuestra Patria, la Patria querida,
que arrulló nuestra cuna al nacer
a Él le debe cuanto es en la vida
sobretodo el que sepa creer.

Del Anáhuac inculto y sangriento,
en arranque sublime de amor,
formó un pueblo, al calor de su aliento
que lo aclama con fe y con valor.

Su realeza proclame doquiera
este pueblo que en el Tepeyac,
tiene enhiesta su blanca bandera,
a sus padres la rica heredad.

Es vano que cruel enemigo
Nuestro Cristo pretenda humillar.
De este Rey llevarán el castigo
Los que intenten su nombre ultrajar.

martes, 17 de noviembre de 2015

La Rosa de Guadalupe y la Desnutrición de la Fe Católica

"Si no estudias la doctrina, esto no querrá decir que no tengas ideas acerca de Dios, sino que tendrás muchas equivocadas."

C.S Lewis

En la actualidad, pocas cosas resultan tan nocivas a los seres humanos, como el no alimentarse adecuadamente, pues el cuerpo se debilita y termina por enfermar, pero desgraciadamente hay a la venta infinidad de alimentos chatarra que no nos nutren y peor aun nos enferman, y afectan nuestra calidad de vida.

Pues nuestro espíritu también se debe alimentar adecuadamente, y cuidar de alimentarlo sanamente, por eso, también uno de los principales problemas que enfrentamos actualmente es que también hay infinidad de alimentos chatarra para el espíritu, que no nos nutren y peor aun nos enferman espiritualmente, pues nos alejan de nuestra fe y nos llevan a una fe equivocada, lejos de la autentica doctrina de la iglesia católica.

Y en ese mundo consumista aparecen en el mercado televisivo ofertas que pretenden captar un publico catolico, quizá habrá quien se consuele con la idea de que "al menos son programas católicos que difunde la Fe y los valores de la iglesia”, y como se coloca como protagonista a María Santísima, madre de Dios, pero no debemos olvidar que  el diablo trató de tentar al Santo Padre Pio tomando la forma de la virgen María

La Rosa de Guadalupe, es una terrible expresión en al que la virgen queda recudida a un simple personaje que sobre el escenario hace suertes de magia, al gusto de aquellos que viviendo una vida licenciosa, sin hacer el mas mínimo esfuerzo, alejados de Dios, reciben la gracia de resolver su vida a pesar de no llevar una vida de oración y de acuerdo a las enseñanzas del evangelio, en este programa de televisión, y otros similares, se promueve una fe caprichosa y engreída, en la que no se vive cristianamente, y solo se acude a la fe ante las adversidades de la vida. 

Pero hay que ver como se desarrolla este espectáculo de televisión, para percibir que en el se contradice el magisterio de la Iglesia, por ejemplo se promueven las relaciones sexuales antes del matrimonio, justificadas en el amor, el aborto como decisión y derecho de la mujer, la homosexualidad como algo que los padres de nuestros tiempos se ven obligados a aceptar, y se muestra a quienes van en contra de estas ideas como personas intolerantes y fanáticos. 

Aún así lo mas grave, es que en estos programas se difunde la idea de una Virgen María milagrosa y elevada a nivel de diosa, lo que no es lo que la Iglesia Católica promueve, pero sobre todo no es lo que nos enseña la palabra de Dios, sino que creemos en Dios Todopoderoso, que es el único a quien debemos todo el honor y toda la gloria, en su Hijo Jesucristo, que nació de María, murió crucificado y resucito de entre los muertos, y en el espíritu santo que con el padre y el hijo recibe la misma adoración y gloria, y solo a Dios le debemos de adorar y solo él es capaz de obrar milagrosamente en nuestras vidas, y solo acudimos a María como ejemplo de una vida de santidad y como intercesora ante su Hijo Jesucristo, que el mismo nos dejó en su agonía.

Pero Jesús no es un algo que sirva para hacernos sentir bien, no perdamos de vista que es el Hijo de Dios, que se hizo hombre y venció a la muerte para nuestra salvación, y esta siempre presente en nuestras vidas, solo que algunas personas lo han olvidado, y solo se acuerden de él cuando los agobian los momentos de dificultad; por eso debemos luchar contra este mal de nuestros tiempos, y enfrentar estas ideas con una santa indiferencia, con una solida base en la doctrina del Catecismo de la Iglesia Católica, estudiándolo con mucho entusiasmo, y tratando de conocer la vida de los santos para imitar su ejemplo de vida, y sobre todo una vida con mucha oración.

Anunciando la Palabra de Dios desde las azoteas. 


Este Blog, es un esfuerzo misionero por proclamar el Evangelio desde las azoteas digitales, y llevar a todos los rincones del mundo la Buena Nueva del reino de Dios, porque todos estamos llamados a ser evangelizadores, pues la cosecha es mucha y pocos los obreros.

Bienvenidos,  y esperen pronto noticias.